De esto sí se habla
Una convocatoria que se realizó por redes y mensajes, apelando mucho al boca a boca dejó a las claras la necesidad de abordar un tema que interesa y que tensiona miradas de los distintos actores de nuestra ciudad. Entre los presentes se encontraban Rosana Franco de Federación Agraria de Junín, Daniel Schön de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín, Alejandro Signorelli y Luis Fernández de INTA, el Secretario de Ambiente de General Viamonte Bruno Morán, el Director de la Región Sanitaria III de la Provincia de Buenos Aires Jorge Herce, los Concejales de Junín Lautaro Mazzutti, Maia Leiva y Carolina Echeverría, la concejal Liliana Gariboldi de General Pinto, y el presidente de la Asociación Civil Casa del Pueblo Junín Daniel Flores. Además, estaban presentes organizaciones como Conciencia Agroecológica de 9 de Julio o la Mesa Ovina de General Viamonte.
El Conversatorio permitió poner en común miradas y voces que, al menos en nuestra ciudad, no encontraban el ámbito para hacerlo, lo que significó un gran avance para pensar consensos y futuras políticas públicas. La salud, el desarrollo, la ruralidad, la producción, la agroecología, la participación ciudadana fueron los tópicos que a medida que iban aportando los facilitadores y el público presente.
El caso Pergamino, como es sabido, ha puesto aún más a la temática en la agenda pública. Instituciones como el INTA, Universidades Nacionales y Hospitales han tenido que brindar información y validación técnica a una denuncia de familias que sufrían las consecuencias de vivir junto a zonas de producción agraria basada en insumos químicos. Julia Sicialini explicó que la causa penal colectiva contra tres productores es “contaminación del ambiente por el mal uso de fitosanitarios”. La causa, que se abre en 2019, “se viene denunciando desde 2010 a partir de la pérdida de un embarazo por parte de Sabrina Ortíz por una intoxicación de agrotóxicos”. “Recién en 2015 se logró una ordenanza que estableció 100 metros de restricción, pero vimos que con las buenas prácticas no alcanza, ya que comenzamos a ver que seguíamos coincidiendo en problemas y enfermedades”, explicó Julia.
Edgardo Guevara, se sumó a la explicación de la causa en Pergamino, agregando que el “juez pide análisis químicos del agua de consumo que fue realizada por el INTA y se detectan principios de herbicidas por encima de los umbrales tolerables por la Unión Europea”. A pesar de la fortaleza de este dato, “fue una parte del mismo Consejo Directivo del INTA quien quiso desconocer el análisis”, sobre lo que reflexionó: “es un organismo que debería velar no sólo por la productividad, sino por el resguardo de los bienes comunes, en este caso la tierra, el agua y la comunidad”. Finalmente, “hubo un nuevo muestreo donde había bajado los umbrales, y a partir de allí surgió formar mesas en conjunto”, que aún no se han conformado localmente, pero sí ya está lanzado a nivel provincial.
Hernán Fanelli aportó su mirada y experiencia en la transición hacia la agroecología sin perder productividad. Desde Lincoln “trabajamos en rotación agrícola ganadera, y veíamos como en otros campos donde no se había salido de ese sistema había daños a causa de un sistema de corto plazo agrícola”. “En los últimos tres años”, continua Fanelli, “paramos la pelota y comenzamos a realizar algunos cambios, como reducir la cantidad de productos de síntesis química, llegando a producir en algunas producción sin uso de estos productos”.
Carolina Sgarbi celebró “la movida donde grupos de vecinos y productores de Junín se interesen por este tema” y además contó como funciona el grupo de productores agroecológicos de Lincoln: “es un espacio muy dinámico, que se reúne una vez por mes, convocándonos por la producción y el consumo saludable”. La docente de la UNNOBA comentó que los “intereses en común” los fue agrupando, trabajando “siempre en el campo de un productor, nutriéndonos de la experiencia y aprendemos de los aciertos y los errores, entre productores, ingenieros, docentes”. Además, Conciencia Agroecológica realiza periódicamente reuniones abiertas donde se suman nuevos actores de otros distritos, como Junín, Los Toldos o General Pinto. “No tenemos recetas, se trata de ir aprendiendo”.
En el cierre de las exposiciones, Damián Pettovello, ingeniero agrónomo y asesor en RENAMA explicó en relación al cambio radical en su profesión que “elegí la incomodidad y comencé otro camino”. Pettovello remarcó que la agronomía ha ido yendo hacía una mirada reduccionista y economicista, “el problema no es de la soja, sino cómo nosotros tomamos decisiones para producir soja”, remarcó. “Nos formamos para matar algo, en compartimientos no relacionados, y salíamos de la facultad especializados en el uso de pesticidas y agrotóxicos. Le decíamos qué hacer al poseedor de la tierra y tomábamos la decisión por el productor”. El cambio en el enfoque tuvo que ver, cuenta el profesional de Conciencia Agroecológica, con una “profunda mirada crítica sobre nuestra profesión y lo que estábamos haciendo, a pesar que el modelo parecía exitoso y ganábamos mucho dinero”. Finalmente, remarcó que “si la FAO da cuenta de los millones de hambrientos y subnutridos, el problema no pasa por la cantidad de producción sino por otras cuestiones”, dejando abierto el debate para pensar no sólo la cuestión ambiental sino la producción agropecuaria en general.