Por Toni Ferreiro

La noche lluviosa de Avellaneda junto a la línea de 5 en defensa que proponía el equipo del Emperador Julio César Falcioni, nos hacían pensar en un partido luchado, con marca firme en el mediocampo algún posible gol aprovechando una jugada preparada y nada más.

Pero nada de esto ocurrió. Era el último partido de la fecha y el Rojo, con cuatro ganados en fila, necesitaba un nuevo triunfo para subirse a la punta de la zona B. La realidad de Sarmiento es otra cosa. Con una derrota en el debut y tres empates consecutivos en un gol , el equipo necesitaba imperiosamente de un triunfo que calme la ansiedad de jugadores, dirigentes y sobre todo sus hinchas.

Pero los partidos hay que verlos en la dinámica del juego y no en posiciones tácticas como si fueran una foto.

El local paró dos líneas muy cortas dejando a su capitán, Silvio Romero, como referente, como el hombre más adelantado de su equipo. Sarmiento intentó buscar por los costados, como es habitual, aprovechar la velocidad de Alanis por derecha y la potencia de Graciani por izquierda para intentar llegar con peligro si se asociaban Quiroga y Torres cerca del área.

Rápidamente se notó que Independiente tenía demasiada movilidad y mucha decisión para ir a buscar el partido. Un error garrafal en el cierre de Garnier dejó al Tucu Palacios mano a mano con Vicentini y a los 10 minutos llegó el primer grito de gol.
A los 20 minutos Sarmiento tuvo una tibia intención con un remate de media distancia de Quiroga. Muy poco volumen de juego. No agarraba la pelota ni podía contener las marcas. Cada ataque del Diablo tenía olor a gol. Lo tuvo Menéndez a los 22 minutos y le erró al arco. Apenas un minuto más tarde cabeceó solito Barreto en el borde del área chica, sin marcas.

El local ocupó muy bien los espacios, aprovechando cada hueco que encontraba en el medio y con una gran jugada colectiva Silvio Romero, con mucha clase, definió contra el palo izquierdo de Vicentini para decretar el 2 a 0 a los 36 minutos.

No hubo reacción del verde, no podía hacer pie en el partido. Y el Diablo no perdona. Volvió a hacer circular la pelota a lo ancho de la cancha, con quite, movilidad y una precisión envidiable, Menéndez en 2 oportunidades estiraba la ventaja a 4 para cerrar un primer tiempo brillante del local.

Para el segundo tiempo Mario Sciaqua dispone los ingresos de Pombo y Montaño por Vismara y Quiroga, de muy floja actuación.
Fue el verde herido en su orgullo, intentó adelantar sus líneas. Lo pone al recién ingresado Montaño mano a mano con Sosa a los 5 minutos pero el remate débil, sin convicción, queda en las manos del arquero.

De ahí en adelante nuevamente el local se adueñó del terreno y la pelota. No sorprendió a nadie que nuevamente el Tucu Palacios a los 10 minutos y Silvio Romero a los 12 le pongan el broche de oro a dos jugadas colectivas de impecable creación.
Con el partido definido llegaron los cambios por ambos lados pero solamente había que esperar que los minutos se consumieran lo antes posible para evitar una derrota aún más abultada para Sarmiento.

Con el pitazo final llegó la alegría del ahora nuevo puntero de la zona. Por el lado del visitante deberá trabajar muchísimo su entrenador para encontrarle la vuelta a la máxima categoría del fútbol argentino que, como ya pudo apreciar en estas primeras fechas, no perdona nada. Los errores se pagan demasiado caros. Habrá que dar vuelta la página cuanto antes y seguir luchando.

Por Toni Ferreiro

En una tarde por demás de calurosa en Vicente López, Platense y Sarmiento, los dos recién ascendidos, intentaban quedarse con el primer triunfo en el torneo de Primera.

El Calamar del Chocho Llop salió decidido a dominar en el juego, adelantó el medio para apretar bien arriba la salida del verde. Pero apenas iban 7 minutos del partido cuando Graciani fuerza el error de la defensa local, la pifia Torres pero le cae mansa en los pies al flaco Alanis, que hace siempre la más simple y efectiva: gira y la pone suavemente contra el palo del indefenso De Olivera y la pasividad de los centrales calamares.

Como contra Boca y Talleres, arrancaba ganando el verde. Platense retrocede a Bogado para ganar el duelo con Vismara en el medio.

Van los dos con sus argumentos. Retrocede Sarmiento y apuesta al contragolpe con Alanis y Graciani por las bandas pero le falta precisión para liquidarlo. Platense se arrima con peligro haciendo circular la pelota y apostando a la velocidad de sus puntas.
Lo tuvo en los pies de Zeiddin apenas afuera. Vicentini le gana el duelo a Sinisterra en el mano a mano.

Sarmiento intentaba quitarle intensidad al partido, lo tenía bastante controlado, pero a los 34 minutos gana Recalde de cabeza, Lamberti y Zeineddin la empujan en el área chica ante la falta de reacción de siete jugadores de Sarmiento.

El empate agrandó al local, ganó en confianza y se animó a ir por el triunfo ante el verde que no podía hacerse del control de la pelota. Muy flojo Quiroga que nunca pudo ser salida clara ni generar peligro.

Para el segundo tiempo, el DT Sciaqua dispone el ingreso de Bravo por Vismara para equilibrar el medio y también para cuidar energías. El ingreso del gigante Montaño por Quiroga define claramente cuáles eran las intenciones de uno y otro para el segundo tiempo.

Platense domina el medio y complica a Castet tirando al zurdo Palacios por el sector derecho. Sarmiento sale rápido y en 3 toques pisaba con peligro el área local.

Genera llegadas claras el local. Lo pierde Tissera solito frente al arco, Bogado patea desviado en dos oportunidades, Vicentini salva sobre la línea un nuevo cabezazo de Recalde y Herrera tapa un disparo de gol del recién ingresado Curuchet.

Busca alejar el peligro Sarmiento con los ingresos de Arismendi y Rincón por Alanis y Graciani, muy agotados, pero no pueden quitarle ritmo al local, que siguió intentando hasta el final y casi lo consigue con el cabezazo de Lamberti en el travesaño.
Antes Rincón y Montaño se encontraron en una jugada aislada y tapó De Olivera, Pleio de cabeza agiganta la figura de Vicentini una vez más. Recalde ve la roja en un choque con Rincón y en el centro al área, Bazzana cabecea desviado.

Los dos llegaron. Los dos dejaron todo. Los dos deberán seguir mejorando. El torneo es largo y exigente. A seguir buscando alternativas y recambio para sumar experiencia y ganar en confianza.