Hace unos cinco años, los altos de la Casa del Pueblo se adecuaba para la construcción de un estudio de radio que albergaría hasta fines de 2017 a Radio Belgrano. Ese 24 de marzo de 2016, cuando se cumplían los 40 años del #GolpeGenocida comenzábamos a vivir, bajo el gobierno ultra conservador de Macri, el negacionismo y la cristalización de los ataques al pueblo desde los político y lo económico.
En ese contexto, de resistencia, se cristalizaba un proyecto de la Casa de Pueblo, sumando una herramienta comunicacional a su propuesta política, social y cultural que hoy avanza hacia sus 121 años de vida. Dos años después, el 24 de marzo de 2018, se forjaba una nueva etapa en los proyectos de comunicación popular en nuestra región. Mestiza realizaba su transmisión inaugural desde la Plaza 25 de mayo junto a los movimientos de derechos humanos, trabajadores y organizaciones sociales.
Para quienes somos sus hacedoras y hacedores, Mestiza es una plataforma donde nuestras identidades, sueños, trayectorias y fuerzas colectivas se entrelazan con los proyectos de transformación y lucha de nuestra región. La comunicación como ámbito de construcción de la identidad, como propuesta de articulación comunitaria y como promotora de la participación popular. Con esas premisas venimos transitando este camino.
Luego del negacionismo de quienes detentan el control económico y gobernaron durante cuatro años, desde 2020 comenzamos a transitar otro horizonte, ya no de resistencia, sino de construcción y articulación. A 45 años del Golpe Genocida, #PlantamosMemoria y #SembramosFuturo, en parques, plazas y canteros de todo el país, y por supuesto de nuestra ciudad. Pero además, en la música, en las palabras, en el arte, la cultura.
Desde Mestiza, en la Casa del Pueblo como nuestro hogar, llegamos a nuestros tres años de vida conjugando la radio, las plataformas digitales, las publicaciones, los espacios de formación, la militancia. Aprendimos la importancia de pensar la dimensión simbólica de la lucha de nuestro pueblo, de su constancia y persistencia, aportando sentidos para constituir y constituirnos. Este camino es en el que andamos junto a nuestra comunidad, a nuestros vecinos y vecinas con quienes construimos la ciudad con la que soñamos.