De pequeña librería a una empresa familiar
Hace casi sesenta años nacía la librería de Fernando Bissio, en la calle Rivadavia, donde no sólo sigue funcionando, sino que ya es una cita para quienes compran artículos de oficina, para la escuela o el dibujo. Hoy gestionada por su hijo, Hernán Bisio, se mantiene la impronta de (nombre de pila del padre), que apostó por el rubro apenas había finalizado sus estudios secundarios.
Sostenerse en el tiempo, para la familia Bissio, es tratar de estar con lo último, generar alternativas, como el local Copiate frente a la UNNOBA sobre Newbery. “Arrancó como un centro de copiado y se fue ampliando, y ya es también una librería que realiza todo tipo de impresiones”, explicó Hernán. La situación económica en el país ha generado caída generales en las ventas, pero Bissio, a partir de ampliar la oferta y la diversidad, han podido minimizar el impacto, “les buscamos la vuelta”.
En 1960, la pequeña librería de don Fernando, fue creciendo hasta constituirse en lo que es hoy. Del mismo modo, apuestan a fortalecer iniciativas como Crota, “que siga creciendo, como todo proyecto, hay que darle tiempo”, nos contó Hernán.